Los lazos familiares, de amor y amistad alcanzan más allá de las fronteras. A través de las migraciones y el movimiento, las personas migrantes forjan vínculos que se extienden a través de la geografía y toman múltiples formas. Se desarrollan nuevas relaciones en las sociedades receptoras, tejiendo comunidades migrantes y uniendo a personas locales y migrantes. Los hijos de familias migrantes y mixtas crecen entre dos universos culturales, a menudo construyendo el suyo propio. Mientras estas nuevas raíces se despliegan, la migración también da forma a los lazos con quienes se encuentran en el lugar de origen y crea nuevas formas de solidaridad familiar y cuidado transnacional, desde las remesas hasta las conversaciones virtuales de grupo, reinventando las maneras en las que “hacemos familia”.

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Al mismo tiempo, las fronteras y la distancia son también agentes de separación. Las políticas de frontera y de deportación que dividen a las familias y a los seres queridos se han vuelto comunes en muchos países. En otros casos, las fronteras se levantan o se endurecen entre los miembros de una familia, quienes se adaptan y resisten estas nuevas barreras a diario, y dibujan el camino al reencuentro una vez que las fronteras caen.

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En este número, reflexionamos sobre historias de conexión y de distancia a través de las fronteras, examinando las dimensiones políticas y sociales de la migración, la familia, la amistad y el amor. Algunos de nuestros autores emplean una perspectiva académica para arrojar luz sobre las vidas cotidianas de las madres sirias refugiadas, o las implicaciones de las políticas de reunificación familiar; otros nos permiten asomarnos a sus propias historias familiares.

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Este número marca el primer aniversario de Routed y queremos dar las gracias una vez más a nuestros colaboradores por su generosidad. Sus voces son muy necesarias en el mundo de hoy; y nosotros no podríamos imaginar mejores compañeros de ruta.

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